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Audiencia con León XIII



Del 7 de noviembre al 2 de diciembre de 1887, Santa Teresita del Niño Jesús junto con su hermana Celina, su Padre San Luis Martín y varias personas más, salieron en una peregrinación a Roma organizada por la diócesis de Coutances con ocasión de las bodas de plata sacerdotales de León XIII y como «testimonio de fe» frente a las «expoliaciones anticlericales» en Italia. La diócesis de Bayeux se había asociado a ella, y el Sr. Révérony iba representando a Mons. Hugonin, Obispo de Bayeux.


Monseñor Hugonin, Obispo de Bayeux



La razón particular de realizar el viaje por parte del Padre de Santa Teresita, era la de llevar a su santa hija ante el Papa León XIII y obtener de el su permiso para ingresar al Carmelo a la corta edad de 15 años.


Sin embargo, antes de llegar a la ciudad eterna, hicieron algunas paradas en lugares como: Suiza, en donde Teresita expresa la siguiente experiencia:



< Durante el viaje, tuvimos ocasión de contemplar muchas maravillas. Primero fue Suiza, con sus montañas cuyas cimas se pierden entre las nubes, y sus impetuosas cascadas despeñándose de mil diferentes maneras, y sus profundos valles plagados de helechos gigantes y de brezos rosados. >







También recorrieron Milán, Venecia, Bolonia y Loreto, en donde tuvieron la oportunidad de conocer lugares tradiciones de estas ciudades.



La noche del 13 de noviembre llegaron a Roma y Santa Teresita lo expresa de la siguiente manera:


< Llegamos a Roma de noche y dormidos. Nos despertaron los empleados de la estación, que gritaban: «Roma, Roma». No era un sueño, ¡estaba en Roma...! >.


Durante seis días visitaron las principales maravillas de Roma tales como: el Coliseo, las catacumbas así como los Templos dedicados a Santa Cecilia y Santa Ines.


Santa Teresita y Celina en el Coliseo de Roma


Por fin, llegó el 20 de noviembre de 1887, día de la audiencia con el Papa León XIII en la que recibió a los peregrinos de las diócesis de Coutances, Bayeux y Nantes y en donde Teresita le expresaría su deseo de ingresar a los 15 años en el Carmelo de Lisieux:


< Deseaba que llegase aquel día, y al mismo tiempo lo temía. De él dependía mi vocación, pues la respuesta que debía recibir de Monseñor no había llegado y había sabido, Madre querida, por una carta tuya, que ya no estaba muy bien en mi favor. Así que mi única salvación era el permiso del Santo Padre. Pero para obtenerlo, había que pedirlo. Tenía que atreverme a hablar «al Papa» delante de todo el mundo. Y simplemente el pensarlo me hacía temblar. Sólo Dios sabe, y mi querida Celina, lo que sufrí antes de la audiencia. Nunca olvidaré cómo me acompañó ella en todas mis pruebas; parecía como si mi vocación fuese la suya. >


Vestidas según la etiqueta del Vaticano (de negro y con mantilla de encaje por tocado) y adornadas con una gran medalla de León XIII que colgaba de una cinta azul y blanca, entraron en el Vaticano, en la capilla del Sumo Pontífice.


Lugar de la audiencia y Silla del Papa León XIII


Después de la misa de acción de gracias que siguió a la de Su Santidad, comenzó la audiencia y así lo narra Teresita:


"León XIII estaba sentado en un gran sillón. Vestía simplemente una sotana blanca y una muceta del mismo color, y en la cabeza no llevaba más que un pequeño solideo. A su lado estaban, de pie, varios cardenales, arzobispos y obispos, pero yo sólo los vi de manera general, pues mi atención estaba centrada en el Santo Padre".








Cada peregrino, cuando le llegaba su turno, se arrodillaba, besaba el pie y la mano de León XIII, recibía su bendición y dos guardias nobles lo tocaban, indicándole así que debía levantarse. Antes de entrar en el salón pontificio, Santa Teresita expresa lo siguiente:


< Estaba completamente decidida a hablar; pero sentí que mi valor flaqueaba cuando vi a la derecha del Santo Padre ¡al «Señor Révérony...! En aquel mismo instante nos dijeron que se prohibía hablar a León XIII, pues la audiencia se estaba prolongando demasiado. >


Señor Abate Révérony


Cuando le llega el turno a Teresita, se arrodilla a los pies del Santo Padre. Después de besarle la sandalia exclamó:


"Santísimo Padre, tengo que pedirle una gracia muy grande"...

«¡Santísimo Padre, en honor de vuestras bodas de oro, permitidme entrar en el Carmelo a los 15 años.!» Sin duda, la emoción hacía temblar mi voz...



Por lo que el Santo Padre, dirigiéndose hacia el Sr. Révérony, que me miraba asombrado y disgustado, le dijo:


«No comprendo bien» - «Santísimo Padre (respondió el Vicario General), se trata de una niña que desea entrar en el Carmelo a los 15 años; pero los superiores están en estos momentos estudiando la cuestión».


"Bueno hija Mía, haz lo que los superiores te digan" - respondió el Papa.


Teresita insiste: "Oh Santo Padre, si usted dice que sí, todo el mundo lo aprobaría".


León XIII replicó: "Vamos, vamos... ¡ entrarás si Dios lo quiere !". Pero Teresita quiere una palabra decisiva y espera, con las manos cruzadas sobre las rodillas del Papa.



< Animada por la bondad del Santo Padre, quise seguir hablando, pero los dos guardias nobles me tocaron cortésmente, para que me levantase; y viendo que con eso no bastaba, me tomaron por los brazos y el Sr. Révérony les ayudó a levantarme, pues seguía con las manos juntas apoyadas en las rodillas del Santo Padre, y tuvieron que arrancarme de sus pies a viva fuerza... Mientras me levantaban, el Santo Padre acercó su mano a mis labios y después la levantó para bendecirme. Entonces los ojos se me llenaron de lágrimas, y el Sr. Révérony pudo contemplar al menos tantos diamantes como había visto en Bayeux. Los dos guardias nobles me trasladaron "en volandas" (levantada del suelo), por así decirlo, hasta la puerta, donde un tercero me dio una medalla de León XIII. >


 

En relación a este relato, Santa Teresita narra lo siguiente en la carta No. 36 enviada el mismo día 20 de noviembre de 1887 a su hermana Paulina (Sor Inés de Jesús):


< El Papa es tan anciano, que se diría que está muerto, yo nunca lo había imaginado así. Y no puede decir casi nada: es el Sr. Révérony quien habla. Yo hubiera querido poder explicar mi problema, pero no hubo forma de poder hacerlo. >


Cuando sale la primera edición de “Historia de un Alma” en octubre de 1898, el Carmelo de Lisieux hizo llegar dos ejemplares a Roma. León XIII leyó y recomendó el libro e hizo saber a la priora del Carmelo que le había agradado el homenaje, llegando a escribir: He tenido el mayor placer de mi vida leyendo la Historia de un Alma”.


León XIII no podía imaginar entonces que la historia de esa niña iba a marcar el pontificado de sus sucesores.


Video del Papa Leon XIII


Finalmente concluyó la audiencia con el Papa León XIII y así lo expresa Santa Teresita:


< En el fondo del corazón yo sentía una gran paz, puesto que había hecho absolutamente todo lo que estaba en mis manos para responder a lo que Dios pedía de mí. Pero esa paz estaba en el fondo, mientras la amargura inundaba mi alma, pues Jesús callaba. Parecía estar ausente, nada me revelaba su presencia. Tampoco aquel día el sol se atrevió a brillar, y el hermoso cielo de Italia, cargado de oscuros nubarrones, no cesó de llorar conmigo.

Todo había terminado. El viaje no tenía ya el menor atractivo para mí, pues su objetivo había fracasado >.


Sin embargo, de regreso en Lisieux, reanudó sus ruegos al obispo, quien finalmente dio su consentimiento el 28 de diciembre de 1887. Su deseo había sido unirse al Carmelo sin demora tan pronto como recibiera esta autorización, pero se vio obligada a retrasar la entrada hasta el mes de abril después de la Cuaresma de 1888. El principal motivo de esta demora fue, sin duda, tranquilizar al Superior, el P. Canónigo Delatroëtte, el cual se mantiene desafiante y desconfía de sus intenciones para ingresar por lo que seguía oponiéndose a su entrada.

Finalmente el 9 de abril de 1888, el día de la Anunciación. Santa Teresita fue recibida e ingresa en el Carmelo de Lisieux con quince años y tres meses. Cabe señalar que, en aquel tiempo, una señorita podía hacer su profesión religiosa hasta los dieciocho años.




Referencias de la Nota:


Artículo escrito por Ricardo Cano López(*) tomando como referencias notas, imágenes y videos de:


  • Historia de Un Alma - Autobiografía de Santa Teresita del Niño Jesús

  • Teresa de Lisieux - Obras Completas - Capítulo VI

  • Canal de YouTube Católico

  • Fotografías de los Archivos del Carmelo de Lisieux así como del Documental de Secrets d'histoire - Thérèse, la petite Sainte de Lisieux (relato con León XIII)



(*) Fundador, Administrador y Titular de Historia de Mi Alma en:

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@HistoriaDMiAlma


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