¿Quieres que te diga una cosa que me ha dado mucha pena? Que mi Mariíta dejara de comulgar el día de la Ascensión y el último día del mes de María. ¡Qué pena tan grande le habrá dado eso a Jesús !
¿Cuando el diablo consigue alejar a un alma de la sagrada comunión, lo ha ganado todo... ¡ Y Jesús llora ! piensa, pues, que Jesús está allí en el sagrario expresamente para ti, para ti sola, y que arde en deseos de entrar en tu corazón, ¡ Anda, no escuches al demonio, búrlate de él y vete a recibir sin miedo al Jesús de la paz y del amor !
Es IMPOSIBLE que un corazón «que sólo encuentra descanso mirando a un sagrario» ofenda a Jesús hasta el punto de no poderle recibir. Lo que ofende a Jesús, lo que hiere su corazón es ¡ la falta de confianza ! .
Tu corazón está hecho para amar a Jesús, para amarlo apasionadamente. Pídele que los años más hermosos de tu vida no transcurran entre miedos quiméricos. No tenemos más que los breves instantes de nuestra vida para amar a Jesús. El diablo lo sabe muy bien, y por eso procura consumirla en trabajos inútiles.
Hermanita querida, comulga con frecuencia, con mucha frecuencia. Este es el único remedio si quieres curarte. No en vano ha puesto Jesús esos deseos en tu alma. (Yo creo que a él le gustaría que pudieses recuperar las dos comuniones que dejaste, pues así la victoria del demonio sería menor al no haber logrado alejar a Jesús de tu corazón).
No temas amar demasiado a la Santísima Virgen, nunca la amarás lo suficiente, y Jesús estará muy contento pues la Virgen es su Madre.
Santa Teresita del Niño Jesús
Referencia: Extracto de la Carta No. 92 a su prima María Guérin
Fecha: Jueves 30 de mayo de 1889
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