Te presentas con tu pecho descubierto
mostrándome tu dolor;
dolor que arde y te quema
pero, lo transformas en amor.
Con tus brazos entre abiertos
me bendices y abrazas;
mostrando tu corazón sagrado
radiante de amor me inflamas.
Corazón traspasado y destrozado
corazón flagelado y quebrantado;
corazón donde siempre el amor
supera en todo momento al dolor.
Me miras tiernamente
y me hablas sin hablar;
tu voz estremece mi pecho
al contemplar tu corazón sangrar.
Manantial y fuente de vida
que palpita siempre amor;
recorriendo por tus venas
misericordia y perdón.
Oh Sacratísimo Corazón
de mi Amadísimo Jesús;
a tu Majestad infinita
me consagro enteramente a Ti.
Amén
Autor: Ricardo Cano López ©
@HistoriaDMiAlma