1 En la última noche, la noche del amor,
hablando claramente y sin parábolas,
Jesús decía así:
«Si alguno quiere amarme, que guarde mi palabra,
que la guarde fielmente.
Mi Padre le amará, y vendremos a él,
moraremos en él, será para nosotros una morada viva,
será nuestro palacio.
Pero también queremos que more él en nosotros,
lleno de paz, que more en nuestro amor.»
2 ¡Vivir de amor quiere decir guardarte a ti,
Verbo increado, Palabra de mi Dios!
Lo sabes, Jesús mío, yo te amo,
me abrasa con su fuego tu Espíritu de Amor.
Amándote yo a ti, atraigo al Padre,
mi débil corazón se entrega a él sin reserva.
¡Oh augusta Trinidad, eres la prisionera,
la santa prisionera de mi amor!
3 Vivir de amor vivir es de tu vida,
glorioso Rey, delicia de los cielos.
Por mí vives oculto en una hostia,
por ti también, Jesús, vivir quiero escondida.
Soledad necesitan los amantes,
que hablen sus corazones noche y día.
Me hace feliz tan sólo tu mirada, ¡vivo de amor!
4 Vivir de amor no es en la cima del Tabor
su tienda plantar el peregrino de la vida.
Es subir al Calvario a zaga de las huellas de Jesús,
y valorar la cruz como un tesoro.
En el cielo, mi vida será el gozo,
y el dolor será ido para siempre.
Mas aquí desterrada, quiero, en el sufrimiento, ¡vivir de amor!
5 Vivir de amor es darse sin medida,
sin reclamar salario aquí en la tierra.
¡Ah, yo me doy sin cuento,
bien segura de que en amor el cálculo no entre!
Lo he dado todo al corazón divino, que rebosa ternura.
Nada me queda ya... Corro ligera.
Ya mi única riqueza es,
y será por siempre ¡vivir de amor!
6 Vivir de amor es disipar el miedo,
aventar el recuerdo de pasadas caídas.
De aquellos mis pecados no veo ya la huella,
junto al fuego divino se han quemado
¡Oh dulcísima hoguera, sacratísima llama,
en tu centro yo fijo mi mansión.
Y allí, Jesús, yo canto confiada y alegre:
¡vivo de amor!
7 Vivir de amor guardar es, en sí misma,
en un vaso mortal, un inmenso tesoro.
Mi flaqueza es extrema, Amado mío,
disto mucho de ser un ángel de los cielos.
Mas si es verdad que caigo a cada paso,
lo es también que tú vienes en mi ayuda
y me levantas y tu gracia me das.
¡Vivo de amor!
8 Vivir de amor es navegar
sin tregua en las almas sembrado paz y gozo.
¡Oh mi Piloto amado!, la caridad me urge,
Pues te veo en las almas, mis hermanos.
La caridad me guía, ella es mi estrella,
bogo siempre a su luz.
en mi vela yo llevo grabada mi divisa:
¡Vivir de amor!
9 Vivir de amor es mientras Jesús duerme
permanecer en calma en medio de la mar aborrascada.
No temas, ¡oh Señor!, que te despierte,
espero en paz la orilla de los cielos...
Pronto la fe desgarrará su velo
y habrá sido mi espera sólo un día.
La caridad me empuja, ella hinche mi vela,
¡vivo de amor!
10 Vivir de amor, Maestro amado mío,
es pedir que derrames tu luz y
tu calor del sacerdote en el alma santa,
en su alma elegida.
¡Pueda ser él más puro que un serafín del cielo!
Y protege también a tu Iglesia inmortal,
no cierres tus oídos, Jesús, a mi clamor.
Hija suya soy yo, por mi Madre me inmolo,
¡vivo de amor!
11 Vivir de amor es enjugar tu rostro,
es a los pecadores alcanzar el perdón.
¡Oh Dios de amor!, que vuelvan a tu gracia,
que bendigan tu nombre eternamente.
Hasta el alma me llega la blasfemia,
para borrarla yo canto cada día:
¡Oh nombre de mi Dios, te adoro y amo,
vivo de amor!
12 Vivir de amor es imitar, Jesús,
la hazaña de María cuando bañó de lágrimas
y perfumes preciosos tus fatigados y
divinos pies y los besó arrobada,
enjugándolos luego con sus largos cabellos...
Y alzándose del suelo, rompió el frasco
y tu cabeza María perfumó.
¡Oh Jesús, el perfume que yo doy a tu rostro
es y será mi amor!
13 «¡Vivir de amor, oh qué locura extraña -me dice el mundo-,
cese ya tu canto!
¡No pierdas tus perfumes, no derroches tu vida,
aprende a utilizarlos con ganancia!»
¡Jesús, amarte es pérdida fecunda!
Tuyos son mis perfumes para siempre.
Al salir de este mundo cantar quiero:
¡muero de amor!
14 ¡Morir de amor, dulcísimo martirio,
y es el martirio que sufrir quisiera!
Acordad, querubines, vuestras liras,
siento que mi destierro va a acabar...
Llama de amor, consúmeme sin tregua.
¡Oh vida de un momento,
muy pesada tu carga se me hace!
¡Oh divino Jesús!, haz realidad mi sueño:
¡morir de amor!
15 Morir de amor, es ésta mi esperanza,
cuando vea romperse mis cadenas.
Mi Dios será mi recompensa grande,
otros bienes no quiero poseer.
Quiero ser abrasada por su amor,
quiero verle y unirme a Él para siempre.
Este será mi cielo y mi destino:
¡¡¡Vivir de amor...!!!
Nota y Referencias relacionadas con éste poema:
Escrito el el 26 de febrero de 1896
Es un poema de amor, rico, profundo, extenso. Una verdadera «declaración» que contempla toda la envergadura de ese amor. Vivir de amor brotó de un solo tirón durante los largos ratos de oración ante el Santísimo Sacramento, expuesto los tres días de las Cuarenta Horas (domingo, lunes y martes que preceden al miércoles de ceniza)
El 6 de agosto de 1897 día de la Transfiguración del Señor, le llevaron el cuadro de la Santa Faz a la enfermería que Santa Teresita tanto quería y lo colocaron frente a Ella con velas y rosas, al ver el cuadro expresó:
Oh es la Santa Faz, la que tanto bien ha hecho en mi vida, cuando yo compuse mi cántico "Vivir de Amor" ella me ayudo a hacerlo con gran facilidad, he escrito de memoria durante el silencio de la noche las 15 estrofas que había compuesto sin borrador durante el día.
Aquel día yo acababa de componer la estrofa: ¡Vivir de amor! es enjuagar tu Santa Faz, es obtener el perdón de los pecadores.
Cuando pasaba se la repetía con mucho cariño, mirándola he llorado de amor.
Referencia: Imágenes tomadas de los Archivos del Carmelo de Lisieux
Escritos originales con letra de Santa Teresita Del Niño Jesús del Poema 17 < Vivir de Amor >
Santa Teresita Del Niño Jesús
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