Tu dulce mirada, quisiera tener;
tu dulce mirada quisiera yo ser,
contemplado tú mismo cielo y poder encontrar...
aquella mirada de Amor
de Jesús Nuestro Señor.
Tu dulce mirada, buscando está;
el ramillete de flores...
que lleno de Bendiciones Jesús te enviará
a lo cual tú agradeces
con lágrimas de felicidad.
Tu dulce mirada, en silencio está;
en intensa oración entre Tú y el Señor,
¡oh! qué tan profunda es tu oración...
a tal grado que en tus lindos ojos
se refleja la silueta de Jesús.
Tu Dulce mirada, nos muestra tu caminito,
Mirando siempre al mismo cielo para buscar a Jesús...
porque entre el cielo y la tierra,
lo único que nos une
es el amor, por Nuestro Señor.
Amén
Autor: Ricardo Cano López ©
@HistoriaDMiAlma