Centenario de la Canonización de Santa Teresita

Milagros atribuidos para su Canonización
Los milagros que lograron la canonización de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz ocurrieron en los dos años que siguieron a la beatificación.
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Gabrielle Trimusi de Parma, Italia había sufrido de artritis de la rodilla y lesiones tuberculosas en las vértebras.
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La segunda curación fue la de María Pellemans de Schaerbeck, Bélgica. María sufría de tuberculosis pulmonar que se le había extendido a los intestinos, al igual que a Santa Teresita cuando estaba viva. El diagnóstico de tuberculosis pulmonar e intestinal fue hecho por el doctor Vandensteene, que también examinó María después de que ella regresó de visitar la tumba de Teresa.
El el doctor Vandensteene testificó: "He encontrado a la señorita Pellemans literalmente transformada. Esta joven, sin aliento por el menor movimiento, se mueve sin fatiga. Ella come todo lo que se le ofrece, con un muy buen apetito. El abdomen no presenta puntos sensibles, cuando anteriormente la menor presión le producía un dolor intenso. Todos los síntomas de la úlcera tuberculosa del intestino han desaparecido".
17 de mayo de 1925 - 17 de mayo del 2025 Centenario de su Canonización
El 17 de mayo de 1925, el Papa Pio XI canonizó a Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, también conocida como Santa Teresita de Lisieux, así como la pequeña flor. Santa Teresita falleció el 30 de septiembre de 1897 a los 24 años y un año después se publico su autobiografía "Historia de un alma".
Teresita fue beatificada por Pío XI en el 29 de abril de 1923 y el 17 de mayo de 1925 fue canonizada por el mismo Pontífice.
Homilia de su Santidad Pio XI durante la misa de Canonización
Teresa, la nueva santa, habiendo absorbido profundamente esta doctrina evangélica, la tradujo a la práctica de la vida diaria; En efecto, con la palabra y el ejemplo enseñó este camino de infancia espiritual a las novicias de su convento y a todos los demás por medio de sus escritos: escritos que, difundidos por el mundo, nadie lee sin querer releerlos una y otra vez, con la mayor alegría del alma y con provecho. En efecto, esta muchacha cándida, que floreció en el jardín del Carmelo, habiendo añadido a su nombre el del Niño Jesús, expresó vivamente su imagen en sí misma; Hay que decir pues que quien venera a Teresa, venera el ejemplo divino que ella copió en sí misma.
Teresa, consciente de su propia fragilidad, se encomendó con confianza a la divina Providencia para que, contando únicamente con su ayuda, pudiera alcanzar la perfecta santidad de la vida, incluso en las más duras dificultades, decidida a esforzarse por alcanzarla con la abdicación total y gozosa de su propia voluntad, por lo que, no es de extrañar, pues, que en la santa religiosa se realizara lo que dijo Cristo: « Quien se haga pequeño como este niño, ése será el mayor en el reino de los cielos ».
Si este camino de infancia espiritual es seguido por todos, todos verán con qué facilidad será posible realizar aquella corrección de la sociedad humana que nos hemos propuesto desde el inicio de Nuestro Pontificado y especialmente con la proclamación del Gran Jubileo. Hagamos, pues nuestra, aquella oración con la que la nueva Santa Teresita del Niño Jesús concluyó su preciosa autobiografía: « Te rogamos, oh buen Jesús, que mires al gran número de pequeñas almas y elijas para Ti en la tierra una legión de víctimas dignas de tu caridad ». Así sea.
Dato curioso: El Padre Pío estuvo en la Canonización de Santa Teresita del Niño Jesús
La participación del Padre Pío, a través del don de la bilocación, en la beatificación y canonización de Santa Teresita del Niño Jesús es un hecho conocido.
Estos dos santos no se conocieron personalmente: de hecho, el Padre Pío tenía solo 10 años cuando murió Santa Teresita, sin embargo, el Padre Agostino de San Marco in Lamis, director espiritual del Padre Pío y profesor de teología, lo lleva a la devoción a Santa Teresita invitándolo a leer “Historia de un alma”.
Dos años más tarde, el 17 de mayo de 1925, día de la canonización de Santa Teresa, San Luis Orione vio la presencia del Padre Pío, siempre bilocal. Don Orione también dijo que el Padre Pio desaparecía cada vez que intentaba acercarse.

Galería Fotográfica
En el Carmelo
En Lisieux




En el Vaticano, durante la Celebración de Canonización




Referencia: Fotos tomadas del Archivo del Carmelo de Lisieux